En el autollamado “Liberation Day” (Día de la Liberación), el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump anunció una serie de medidas económicas significativas destinadas a redefinir la política industrial, agrícola y comercial de ese país:
- Arancel recíproco base del 10% a las importaciones: Se implementará un arancel recíproco base del 10% sobre importaciones hacia Estados Unidos, triplicando la tasa promedio existente.
- Aranceles específicos por país: Se aplicarán aranceles más elevados a naciones con las que Estados Unidos mantiene déficits comerciales significativos. Por ejemplo, las importaciones de la Unión Europea enfrentarán un arancel del 20%, mientras que los productos chinos estarán sujetos a un arancel del 34%.
- Arancel del 25% a vehículos extranjeros: Se impondrá un arancel del 25% a todos los automóviles fabricados en el extranjero, afectando aproximadamente al 75% de los vehículos vendidos en Estados Unidos.
- Creación del “Servicio de Ingresos Externos”: Se establecerá una nueva entidad gubernamental encargada de recaudar los ingresos provenientes de estos aranceles y otros impuestos aplicados a países extranjeros, con el objetivo de financiar al gobierno sin aumentar los impuestos a los ciudadanos estadounidenses.
Trump justificó estas medidas como esenciales para revitalizar la manufactura nacional y reducir la dependencia de productos extranjeros. Sin embargo, críticos advierten que podrían incrementar los precios al consumidor y provocar represalias comerciales de otras naciones. (Santiago S. León)
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